martes, marzo 15, 2011

Navegando

Bueno, ultimamente tengo muchas ganas de escribir. Aunque la verdad, me falta tiempo y convicción necesaria para ponerme a ello seriamente. Todo lo que esta pasando a mi alrededor, las cosas, llamemoslas extraordinarias que estan pasando en el mundo me traen las ganas de escribir mis ideas y expresarlas por la ventana del mundo: Internet. Me apena que deje de ser esto un blog integramente literario para dar un matiz más personal, pero bueno, los cambios si son para bien siempre son bienvenidos.

Ahora os voy a dejar un relato corto que escribí hace un par de noches pero que no acabe por las horas (eran las 5 más o menos). Al releerlo no me parece que quede tan mal, pero aún así, como siempre, os pido vuestra opinión.

"El sol empezaba a despuntar a lo lejos. Los rayos del sol no eran bienvenidos ni por él, ni por su tripulación, que a estas horas del día solo harían que empeorar la navegación aún más.
La historia era sencilla. Volvían de una expedición muy provechosa cuando gentes, rivales a ellos les atacaron. A pesar de estar en desventaja numérica y de que su barco era superior al de ellos consiguieron eludir el abordaje. No sin recibir daños. Esta claro que la vida no es generosa y menos para la gente que trabajaba en altamar. Les quedaban unos pocos días para llegar a puerto, así pues no perdieron el tiempo y sin apenas haberse percatado de los diez hombres que habían perdido tras la batalla pusieron rumbo hacia allí.
El estaba en proa, intentando guiar a su tripulación. No eran muchos para el barco que llevaban pero tenían experiencia. La mayoría se conocían de otros trabajos y lo más importante de todo, de donde venían, todos habían oído hablar de él. Mark Smith. Prestigioso bucanero de los mares del este. Él mismo se había autoimpuesto esta fama susurrando ese titulo en las camas de señoritas de milenario oficio. Puerto en el que pisaba, puerto en el que a la mañana siguiente la gente se preguntaba.
Cuando llego la noche después de la batalla, los dioses parecían castigarlos a todos. Quizás si era verdad lo que decían los viejos que la piratería era pecado. A pocas horas de aparecer las estrellas en el cielo, las aguas empezaron a agitarse violentamente. Pronto las estrellas volvieron a ocultarse y en respuesta por la pérdida de una orientación fiable gotas de lluvia tan frías como cuchillas empezaron a acribillarles. La noche, no había echo más que comenzar."

1 comentario:

  1. bienvenida sea la hora en que se vuelve a escribir...
    "escribir no es difícil, lo difícil es no escribir". Esto lo dijo Tolstói, y yo lo lei en el Babelia del sábado

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