martes, noviembre 29, 2011

Sobre los sueños

Hace poco he tenido una serie de conversaciones con varias personas que me llevaron a plantearme escribir sobre ello. Es cierto, soy un desastre y como de costumbre, lo dejo todo para el final. Pero más vale tarde que nunca. Escribo la siguiente reflexión y la comparto con vosotros. Espero que sea la primera de una lista.

Como viene señalando el título, creo que para muchos lo más apremiante es que hablemos sobre ello. La verdad a mi me hubiera gustado empezar a hacerlo hace tiempo pero... me voy dando cuenta que el último año de mi vida ha sido borrado de mi mente y arrancado de mis entrañas para pasar a una vida mejor. No me arrepiento. No hay pena. No hay dolor. No hay tiempo tampoco para recuperar el tiempo perdido, solo hay que seguir andando. Y por ello, os dejo con la reflexión.

Hay gente que desprecia los sueños de los demás. Gente que quizás por que sus sueños e ilusiones fueron frustradas piensan que no merecen la pena, que son chorradas inventadas que no llevan a ninguna parte. Yo creo que no es así.
Pienso que el mundo, el ser humano en particular necesita de ciertas dosis de sueños, de esperanzas, de ilusiones, en definitiva, de imaginación para poder vivir. En concreto diría que la humanidad necesita de cuatro sueños básicos para poder vivir. Sin ellos, muchas personas perderían la cabeza u optarían por soluciones tales como el suicidio.

La esperanza es el sueño comodin. Un concepto abstracto, que pocos podrían definir o englobar pero que a pesar de todo esta hay. Siempre. Dicen que la esperanza es lo último que se pierde. Que sin la esperanza no se puede vivir. Es la luz al final del tunel, la burbuja de aire que te permite respirar, el escudo que te protege del corte.
La felicidad es el mayor de esos sueños. Un concepto que es variable para cada una de las personas pero que todas y cada una de ellas aspiran a ello. A ser felicides. Sin la posibilidad o el pensamiento de que algún dia llegaran a ser felicides muchas personas pierden la cabeza. Se hunden en las sombras de su propia existencia buscandole sentido a la misma. La felicidad es el sueño salvavidas que los mantiene a flote.

El amor quizás sea el sueño más hermoso de los cuatro. Es la idealización de las relaciones interpersonales, donde las pasiones se mezclan con las razones haciendo experimentar nuevas y más intensas emociones. Pocas personas se sienten agusto solas. Pocas personas les importa poco ser rechazados por aquella persona a la que aspiran ganarse su afecto.

Las metas es la última de la lista de los sueños. Pueden ser metas autoimpuestas, pueden ser metas que se nos ponen. Pero al fin y al cabo, estan hay. Objetivos materiales, inventados, reales o emocionales por los cuales se lucha para conseguir de una u otra forma. La vida de alguien sin metas en la vida suele carecer de sentido. Es al fin y al cabo, la fe por la cual seguir el camino que nos marca en la vida.

Llegados a este punto muchos de vosotros pensareis, ¿pero qué tiene que ver esto con los sueños? ¿No son estas cosas reales y necesarias en nuestra vida? ¿No son el alimento de nuestra alma inmortal? Pues no señores. Son solo sueños. Algo ficticio que los humanos contruimos para no derruirnos. Para no caer en el caos y la entropía. Pero señores y señoritas, les dire algo. Yo no puedo vivir sin aire. No puedo vivir sin un cuerpo físico. No puedo vivir sin agua, sin alimentarme… Pero puedo vivir sin ser feliz. Puedo vivir sin amor, sin metas ni objetivos en la vida. Puedo vivir sin esperanza. Pues al fin y al cabo, son son necesarias para seguir viviendo. A pesar de lo que diga el dicho, lo último que se pierde, siempre, es la vida.