domingo, octubre 18, 2015

Powers




            La verdad es que me dispongo a hablar de una serie basada en un comic sin haber leído el comic primero, así que mi análisis esta vez es exclusivamente de la parte audiovisual de la serie de televisión. No es el caso de cuando hice mi crítica de la última temporada de juego de tronos en la cual había leído los libros. Entrada que podéis leer también por aquí si aún no la habéis leído. En este caso, sólo he visto la serie, he leído y me he informado poco o nada más allá de que está basada en unos comic, ver un poco las imágenes del cómic por curiosidad, etc.
            Pero comencemos por el principio, la pregunta que cualquier persona nos hacemos cuando nos hablan de una serie nueva: ¿De qué va? Powers se desarrolla en una realidad alternativa donde gente con poderes y gente sin poderes conviven lo mejor que pueden. La gente con poderes se categorizan por héroes y villanos dependiendo de su conducta, aunque por lo general la lucha entre ambos ocasiona grandes daños a la ciudad y los demás habitantes sin poderes. Una división de la policía se encarga en exclusiva de controlar y resolver los crímenes cometidos por la gente con poderes. Allí nos encontramos a nuestro protagonista, un antiguo héroe que perdió sus poderes. La serie, para no dar más pistas o hacer algún spoiler, trata acerca de cómo se lidia en la división con los “villanos” mientras que surgen antiguas y poderosas amenazas.
            A grandes rasgos la serie es entretenida. Me llamó la atención por ser visualmente parecida a Heroes, o al menos en los tráiler de lanzamiento que vi por la televisión. Y cómo la nueva serie de Heroes aún no había salido comencé a ver esta. Además recordaba que era la serie que Sony quería lanzar en Playstation para competir con la serie sobre Halo de Microsoft. Así que quería saciar mi curiosidad al respecto. Es interesante cuantas grandes empresas se han atrevido a producir series de televisión tras el paso delante de Netflix pero eso puede llevarnos otra entrada en el blog.
            Independientemente de sus similitudes sí que tiene ciertas mezclas que la hacen recomendable. A pesar de que ciertos personajes sean un poco planos y aburridos, incluidos varios protagonistas, la trama por lo general está bien llevada. La estética y los dilemas que nos muestran no son demasiado innovadores pero cumplen su función de entretener alejándonos así de otros parecidos en series como la ya mencionada Heroes, el universo de los Wacthmen y otros universos de gente con poderes “corrientes”.
            Si estás dudando en ver una serie de superhéroes y no te apetece recurrir a los universos Marvel o DC, puedes darle una oportunidad a esta serie. Seguro que al menos la trama te entretendrá.

martes, octubre 13, 2015

Muñeca de trapo




            Llevaba unos días en aquella sala esperando. Tenía el corazón en un puño y las ganas de comer o dormir se habían esfumado como la niebla con un rayo de sol. Hacía exactamente 36 horas que su vida se había parado, se había suspendido en una larga espera que empezaba a ser eterna. Se levantó de la silla, caminando de un lado a otro de la estancia obviando a las demás personas que se encontraban allí, revolviéndose el pelo de la cabeza del nerviosismo, casi sin darse cuenta. Pasaron las horas hasta que por fin alguien dijo su nombre.
            Se acercó a la puerta de la sala dónde un par de médicos le estaban esperando. Lentamente le explicaron como habían intervenido a su hija. Cómo la herida que recibió fue tan grave cómo pensaban y que había tenido suerte de que él estuviera cerca para quitarle al Bulldog que se había abalanzado sobre su pierna. En definitiva, si no hubiera sido por él, puede que hubiera sido el final de la pequeña. No obstante, no todo eran buenas noticias. La pequeña había perdido una pierna. Su padre, preocupado ante aquella revelación pidió verla. Quizá era aún algo pronto pues la operación no había sido hace mucho pero él necesitaba ver a su princesita. Los médicos se miraron entre si y accedieron, pues la situación actual de la pequeña no era precisamente buena.
            Avanzaron por los sinuosos pasillos del hospital, saliendo de la sala de espera y adentrándose por los quirófanos hasta llegar a la UCI. Allí el médico que le había acompañado le fue comentando que habían intentado explicarle a su hija la situación, pero que al ver su nuevo estado, esta había entrado en shock y no había dejado de llorar desde entonces. Su padre no necesitó escuchar más y entró por la puerta casi dejando a su interlocutor con la palabra en los labios. Cuándo se adentró en la habitación, intentó no impresionarse por la cantidad de aparatos y máquinas que estaban conectadas a su hija. Para él seguía siendo la dulce niña de cabellos dorados que había sobreprotegido desde que su madre los dejó. Su hija al verlo comenzó a llorar desconsoladamente. El se acercó y la abrazó con ternura. Descolgó la pequeña mochila que llevaba en la espalda y sacó un pañuelo, secando las lágrimas de su hija.
            -¿ Por qué lloras mi niña? ¿Has vuelto a soñar con ese monstruo azul que te persigue por el bosque de estrellas?
            La niña negó con la cabeza y señalo tiritando su pierna. Destapó las sábanas dejando ver el hueco en dónde debería estar su extremidad. La niña empezó a hablar entre sollozos pero su padre la interrumpió.
            -Bueno princesa. Encontraremos una solución para eso. Hablaremos con los médicos y mientras pediré la baja en el trabajo. Podemos llamar a tus amigas para que vayan a verte a casa y...
            La niña hizo callar al padre poniéndole la mano en su boca. Luego se acercó a él buscando un abrazo. El padre correspondió, resultando aquella situación más difícil aún de llevar. Pero tenía que ser fuerte. Tenía que mantener la compostura para poder calmarla. Aunque todos estos pensamientos se esfumaron cuando la pequeña comenzó a hablar en voz quebrada.
            -Ya... ya no me querrás igual. Me falta.... Estoy rota. Mamá no me querría igual.
            Con lágrimas en los ojos el padre se separó de su hija y negó con la cabeza con una sonrisa. Buscaba entre la mochila algo mientras hablaba intentando mantener a duras penas las lágrimas en sus ojos.
            -Sabes que te quiero, y siempre lo haré. Seas cómo seas, te pase lo que te pase. Y sabes que tu madre siempre estará orgullosa allá dónde esté. Puede que pienses que porque te falte un poquito de pierna no te quiera igual pero no es verdad.
            La niña quiso replicar pero entonces el padre sacó de la mochila lo que estaba buscando: una pequeña muñeca de trapo. Se notaba que el paso del tiempo se había cobrado su precio en ella. Estaba deshilachada, y le faltaba uno de los botones que hacían de ojos, pero la pequeña sonrió nada más verla.
            -Sabes que Erika ha tenido mejores momentos y la hemos visto más guapa en otras ocasiones. Pero a pesar de todo ella ha venido a verte. Al igual que yo. Antes tenía sus dos ojitos, y estaba más gordita pues el peluche de su interior no se había ido cayendo por los agujeros. Pero... ¿Acaso no la quieres cómo el primer día?
            La pequeña sonrió pues había entendido lo que quería decir su padre. Fue ella misma quien cogió el pañuelo que tendía su padre y se secó las nuevas lágrimas que habían brotado hacía poco de sus ojos. Al final, tras mirar a Erika y a él, los abrazó, manteniendo aquella sonrisa de esperanza en sus pequeños labios.

           

lunes, octubre 05, 2015

El vuelo suspendido




            Hace unos días tuve un sueño que nada más soñarlo dije “quizá pueda servir”. Y hoy me animé a ponerlo para seguir avanzando en la sección de “El legado de Morfeo”. La idea, como ya dije en mi anterior entrada, era hablar un poco del mundo de los sueños e iniciar un poco en este campo que parece tan surrealista. Pero expresar cosas abstractas y poner ejemplos es más difícil de lo que pensé en un principio. Tampoco es que nadie se haya animado a comentar sus sueños e interpretaciones así que he decidido empezar yo por un sueño que sí que creo que es fácil y sencillo de analizar. También el tiempo de los sueños es importante, en mi caso, no puedo poner cualquier sueño porque a veces al transcribirlos me ocupan entre dos y diez folios. Y eso haría las entradas del blog demasiado largas y poco apetecibles de leer. Ya si tenemos en cuenta que lo que suele pasar en los sueños no suele ser lógico, normal, tener un hilo conductor normal… en definitiva, los sueños no suelen ser demasiado narrativo.
            Por lo que a continuación os voy a escribir el sueño de la forma que pasó con la mejor prosa posible, sin perder esencia onírica ni ser un quebradero de cabeza narrativo. El sueño además es cortito y no tiene mucha dificultad de comprensión:
  Volaba. Volaba en la inmensidad del vacío. En la oscuridad, suspendido en el aire, libre. Volaba. Avanzando a ninguna parte, sin ver, sin sentir, sin ser y sin darme cuenta de esto. Pronto comencé a preguntarme estas cuestiones y más. La primera fue porqué volaba, hacia donde, si volaba en alguna dirección porqué siempre estaba oscuro. Y fue entonces cuando comencé a verlo todo con claridad. No volaba realmente, estaba suspendido debajo de una fuente que emanaba un oscuro resplandor. No avanzaba porque algo le impedía salir por cualquier dirección. No era libre, pues realmente estaba atrapado en aquella prisión invisible, oscura, suspendido en el aire, sin apenas poder moverse. Fue entonces cuando entendí que de poco servía comprender quien era o a dónde quería ir. De poco serviría responder el resto de cuestiones pues al final, sería, haría y se determinaría por lo que me habían condenado a ser, sentir y hacer.
            Un sueño corto, entendible y profundo, que guarda muchos significados ocultos. El tema del avanzar hacia ningún lugar, empujado quizá por la inercia nos habla de una sensación de incertidumbre, como cuando estas a oscuras y buscas la luz a tientas. Personalmente analizaría el tema de la prisión de aire, con el vuelo suspendido y la sensación de bienestar en conjunto, con esa sensación del estado de bienestar que nos hacen creernos a muchos jóvenes. El estar estudiando carreras, master, cursos extraordinarios, aprendiendo idiomas, pensando que estás avanzando y consiguiendo tus objetivos cuando en verdad estás tan atascado como cuando tenías 16 años y pensabas que te comías el mundo. Pasa una década y sigues igual, en casa de tus padres, buscando un trabajo que no llega mientras estudias cosas que no te motivan para hacer curriculum. Quizá esto último se mezcla un poco con mi opinión personal de la situación actual española pero no creo ir demasiado desencaminado. ¿Quién no tiene la sensación de estar atascados porque una fuerza mayor poderosa nos impide avanzar? ¿No se siente uno impotente cuando te das cuenta que realmente no tienes nada?
            Por suerte, es sólo un sueño y tanto en los sueños como en la vida real, todas las barreras se pueden saltar, todos los grilletes romperse. En la vida real al menos no podemos saber quiénes somos, escoger hacia dónde ir aunque esas opciones estén limitadas a la necesidad.